El imperativo a veces tiene su gracia...
De lo más lógico es asociar el nombre de un objeto con el signo lingüístico del cartelillo o letrero que, de modo indicador, lleva adosado el referente real.
Así, en la puerta del baño leemos "servicio"o, cuando estudiamos un idioma solemos ayudarnos de dibujitos que representan lo significado por el significante, aunando memoria verbal y memoria visual, técnica muy usada en la enseñanza general y en la de idiomas en especial.
De lo más lógico es asociar el nombre de un objeto con el signo lingüístico del cartelillo o letrero que, de modo indicador, lleva adosado el referente real.
Así, en la puerta del baño leemos "servicio"o, cuando estudiamos un idioma solemos ayudarnos de dibujitos que representan lo significado por el significante, aunando memoria verbal y memoria visual, técnica muy usada en la enseñanza general y en la de idiomas en especial.
En ocasiones, esta asociación de la imagen con el referente puede inducir a errores o equívocos habitualmente no exentos de comicidad. Por ejemplo, uno de los estudiantes de ELE de la escuela en que trabajo, hace unos días protagonizaba la siguiente escena:

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